martes, 23 de noviembre de 2010

Don Quijote de la Mancha

La primera parte se imprimió en Madrid, en casa de Juan de la Cuesta, a finales de 1604. Salió a la venta en enero de 1605 con numerosas erratas, por culpa de la celeridad que imponía el contrato de edición. Esta edición se reimprimió en el mismo año y en el mismo taller, de forma que hay en realidad dos ediciones de 1605 ligeramente distintas. Se sospecha, sin embargo, que existió una novela más corta, que sería una de sus futuras Novelas ejemplares. Fue divulgada o impresa con el título El ingenioso hidalgo de la Mancha. Esa publicación se ha perdido, pues autores como Francisco López de Úbeda o Lope de Vega, entre otros testimonios, aluden a la fama de esta pieza. Tal vez circulaba manuscrita e, incluso, podría ser una primera parte de 1604. También el toledano Ibrahim Taybilí, de nombre cristiano Juan Pérez y el escritor morisco más conocido entre los establecidos en Túnez tras la expulsión general de 1609-1612, narró una visita en 1604 a una librería en Alcalá en donde adquirió las Epístolas familiares y el Relox de Príncipes de Fray Antonio de Guevara y la Historia imperial y cesárea de Pedro Mexía. En ese mismo pasaje se burla de los libros de caballerías de moda y cita como obra conocida el Don Quijote. Eso le permitió a Jaime Oliver Asín añadir un dato a favor de la posible existencia de una discutida edición anterior a la de 1605.
La inspiración de Cervantes para componer esta obra vino, al parecer, del llamado Entremés de los romances, que era de fecha anterior (aunque esto es discutido). Su argumento ridiculiza a un labrador que enloquece creyéndose héroe de romances. El labrador abandonó a su mujer, y se echó a los caminos, como hizo Don Quijote. Este entremés posee una doble lectura: también es una crítica a Lope de Vega; quien, después de haber compuesto numerosos romances autobiográficos en los que contaba sus amores, abandonó a su mujer y marchó a la Armada Invencible. Es conocido el interés de Cervantes por el romanticismo y su resentimiento por haber sido echado de los teatros por el mayor éxito de Lope de Vega, así como su carácter de gran entremesista. Un argumento a favor de esta hipótesis sería el hecho de que, a pesar de que el narrador nos dice que Don Quijote ha enloquecido a causa de la lectura de libros de caballerías, durante su primera salida recita romances constantemente, sobre todo en los momentos de mayor desvarío. Por todo ello, podría ser una hipótesis verosímil. A este influjo se agregó el de Tirante el Blanco de Joanot Martorell, el del Morgante de Luigi Pulci y el del Orlando Furioso de Ludovico Ariosto.
La primera parte, en que se alargaba la previa «novela ejemplar», se repartió en cuatro volúmenes. Conoció un éxito formidable y fue traducida a todas las lenguas cultas de Europa. Sin embargo, no supuso un gran beneficio económico para el autor a causa de las ediciones piratas. Cervantes sólo reservó privilegio de impresión para el reino de Castilla, con lo que los reinos aledaños imprimieron Don Quijotes más baratos que luego venderían en Castilla. Por otra parte, las críticas de carácter neoaristotélico hacia la nueva fórmula teatral ensayada por Lope de Vega y el hecho de inspirarse en un entremés en que se le atacaba, supuso atraer la inquina de los lopistas y del propio Lope; quien, hasta entonces, había sido amigo de Cervantes. Eso motivó que, en 1614, saliera una segunda parte de la obra bajo el nombre de Alonso Fernández de Avellaneda. En el prólogo se ofende gravemente a Cervantes tachándole de envidioso, en respuesta al agravio infligido a Lope. No se tienen noticias de quién era este Alonso Fernández de Avellaneda. Un importante cervantista, Martín de Riquer, sospecha que fue otro personaje real, Jerónimo de Pasamonte, un militar compañero de Cervantes y autor de un libro autobiográfico, agraviado por la publicación de la primera parte, donde aparece como el galeote Ginés de Pasamonte. La novela no es mala y es posible, incluso, que se inspirara en la continuación que estaba elaborando Cervantes. Aun así, no es comparable a la que se imprimió poco después. Cervantes jugaría con el hecho de que el protagonista en su obra se entera de que existía un suplantador.

Mio Cid


Estructura externa
Los editores del texto, desde la edición de Menéndez Pidal de 1913, lo han dividido en tres cantares. Podría reflejar las tres sesiones en que el autor considera conveniente que el juglar recite la gesta. Parece confirmarlo así el texto al separar una parte de otra con las palabras: «aquís conpieça la gesta de mio Çid el de Bivar» (v. 1085), y otra más adelante cuando dice: «Las coplas deste cantar aquís van acabando» (v. 2776).
Primer cantar. Cantar del destierro (vv. 1–1084)
El Cid ha sido desterrado de Castilla. Debe abandonar a su esposa e hijas, e inicia una campaña militar acompañado de sus fieles en tierras no cristianas, enviando un presente al rey tras cada victoria para conseguir el favor real.
Segundo cantar. Cantar de las bodas (vv. 1085–2277)
El Cid se dirige a Valencia, en poder de los moros, y logra conquistar la ciudad. Envía a su amigo y mano derecha Álvar Fáñez a la corte de Castilla con nuevos regalos para el rey, pidiéndole que se le permita reunirse con su familia en Valencia. El rey accede a esta petición, e incluso le perdona y levanta el castigo que pesaba sobre el Campeador y sus hombres. La fortuna del Cid hace que los infantes de Carrión pidan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol. El rey pide al Campeador que acceda al matrimonio y él lo hace aunque no confía en ellos. Las bodas se celebran solemnemente.
Tercer cantar. Cantar de la afrenta de Corpes (vv. 2278–3730)
Los infantes de Carrión muestran pronto su cobardía, primero ante un león que se escapa y del que huyen despavoridos, después en la lucha contra los árabes. Sintiéndose humillados, los infantes deciden vengarse. Para ello emprenden un viaje hacia Carrión con sus esposas y, al llegar al robledo de Corpes, las azotan y las abandonan dejándolas desfallecidas. El Cid ha sido deshonrado y pide justicia al rey. El juicio culmina con el «riepto» o duelo en el que los representantes de la causa del Cid vencen a los infantes. Éstos quedan deshonrados y se anulan sus bodas. El poema termina con el proyecto de boda entre las hijas del Cid y los infantes de Navarra y Aragón.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Épica

Un género literario y poético que, a través de la narración y la descripción, canta en versos y forma grandiosa las hazañas de un héroe en un determinado habiente.
Por eso suele afirmarse que la épica es eminentemente objetiva. Real o imaginario o mezclado al real-histórico con lo inventado, en el poema épico se habla de un mundo fuera del poeta.

¨B¨ labial y ¨V¨ labiodental

La distinción de esas grafías es hoy del todo artificial, ya que según la tradición escrita, la V ya se articulaba como B en el siglo XV; el fenómeno se conoce como betacismo. Para saber más sobre la confusión histórica de estas grafías, véase V.
En algunos dialectos del español, particularmente en América Latina, la /b/ intervocálica se pronuncia labiodental [v] cuando hay énfasis. Según lo dicho, en una exclamación como "¡debí haberte dicho que vinieras!" puede haber una articulación "v" tanto para las dos "b" como para la "v" ortográficas. Esta labiodentalización de "b" y "v" ortográficas no es ningún arcaísmo fonético ni responde a la antigua tradición distinguidora del español preclásico, sino una realización alofónica del fonema /b/.
En el Alfabeto Fonético Internacional, la b representa a la consonante plosiva bilabial sonora.

martes, 26 de octubre de 2010

Generos literarios

Los géneros literarios son tres: la narrativa, la didáctica y la oratoria.
En el caso de la narrativa se divide en tres grandes grupos:
La épica: Es el grupo de la narrativa, en el cual se narran historias de héroes, y de personas que lo tienen todo en la vida con decir una palabra; un claro ejemplo es la Ilíada, en esta novela, el héroe de Grecia, Aquiles, es el que hace posible ganar la guerra de Troya, tenía todo lo que quería con solo pedirlo, además era el guerrero mas reconocido de toda Grecia, y tenía un ejército que obedecía sus ordenes ciegamente.
La lirica: Este género es  la parte de la literatura donde se incluyen las novelas, en el se cuentan las dificultades que pasa o que sufre una persona a lo largo de su vida, los conflictos, su situación emocional, sus relaciones con las demás personas y con el entorno.
La dramática: Es como la parte más parecida a la realidad en la literatura, ya que en este género se relatan las historias, de las personas desde su punto de vista y desde el punto de vista de las otras personas en su entorno, así como situaciones que solo se pueden resolver madurando y pensando las cosas clara y fríamente.
La didáctica: Es el género literario que se encarga del arte de enseñar, a través de la redacción de textos, como lo son los libros de literatura y que los demás asimilen el texto y aprendan de manera rápida y entendible.
La oratoria: Es el arte de hablar con elocuencia, se divide en varios subgrupos: Discurso, disertación, conferencia y sermón.
Bueno, al menos eso fue lo que entendí de la clase

Los Movimientos Literarios


Clásicos: Los movimientos clásicos, son aquellos que siguen un orden establecido bajo las reglas de redacción y la gramática, estas obras no van saltando capítulos ni hacen una vista al pasado en el presente, son libros que simplemente siguen una secuencia de eventos como reacción a las acciones del anterior capitulo.
Entre los tipos de movimientos, encontramos:

Greco- romano: En esta época fueron fundadas todas las bases para la literatura, desde la secuencia de capítulos hasta las características de los personajes que debían estar en una obra de literatura.

Renacimiento: el movimiento renacentista se crea como un movimiento que trata de retomar el estilo romano de belleza y perfección en todos los aspectos.

Realismo y parnasianismo: aquí se empieza a revelar la verdad de la vida y costumbres de los seres humanos, la mujer no es perfecta, ni el hombre tampoco lo es.

Anticlásicos: en estos movimientos s empezaron a ver formas abstractas de escritura, en los anteclásicos, se puede comenzar desde el capitulo 7 y terminar en el 6 ya que no están sujetas a las normas de escritura.
Entre los tipos de movimientos, encontramos:

Edad media: Época de cuentos fantásticos y dragones, caballeros que luchan por sus mujeres hasta su muerte.

Romanticismo: Aquí se cuenta la vida como si fuera un continuo y perfecto ciclo de amor y paz en el espacio, no se tienen problemas en el amor y siempre sobre todas las cosas, la persistencia logra lo que sea.
Simbolismo: Se retoman los símbolos de la edad media, creando héroes modernos que solucionan problemas de la vida cotidiana.
y hasta aqui se termina el blog de la segunda clase, coorije los dos denis porfavor